martes, 22 de marzo de 2016

¿Qué es la Semana Santa?



La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.

Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.

A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.

Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.

Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.

La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.

Domingo de Ramos

Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.

Jueves Santo

Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicialidad. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y después de mucho tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.

Viernes Santo

Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Via Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.

Sábado Santo o Sábado de Gloria

Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “la tarde y noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el agua y encender las velas en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los católicos.

Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.

Fuente: Juventud y familia misionera.

Vía Crucis

Vía Crucis 




Reflexionamos cada estación junto a los alumnos de cuarto y quinto año.



Primera estación: “JESÚS ES CONDENADO A MUERTE"



Jesús nos ha perdonado nuestros pecados al igual que nosotros deberíamos hacer con nuestro prójimo. Todos cometemos errores y tenemos derecho a arrepentirnos. No tener misericordia con el prójimo produce un rechazo con el mismo por eso al igual que Jesús nos perdonó nosotros debemos perdonar.

 Segunda estación:  “JESÚS CARGA LA CRUZ EN SUS HOMBROS”




En nuestra vida hemos vivido  cosas parecidas ya que al levantarnos día a día enfrentamos las situaciones  que se nos presentan aprendiendo de cada una de ellas, de lo bueno como de lo malo y también intentando aprender de lo mismo y así ayudar a los demás.

Tercera estación: “JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ”




Todos tenemos la capacidad de pecar y de hacer lo mismo, de equivocarnos en la vida. El otro no es más malo que tu o que yo. La misericordia supera todo muro, toda barrera, y te conduce a buscar siempre el rostro del hombre, de la persona. Y es la misericordia la que cambia el corazón y la vida, que puede regenerar a una persona y permitirle incorporarse de un modo nuevo en la sociedad.


Cuarta estación: “JESÚS ENCUENTRA A MARÍA, SU MADRE”




En los momentos más difíciles de nuestra vida, cuando estamos o nos sentimos solos cargando con nuestra cruz nos encontramos con María a través de nuestras madres biológicas o del corazón. 

María tenía un corazón herido pero fuerte para amar. Nosotros debemos seguir su ejemplo practicando obras de misericordia como es dar posada al extranjero física o espiritualmente sin tener una actitud de desconfianza o indiferencia. Como cristianos debemos ser misericordiosos y salir al encuentro del que lo necesita.

Quinta estación: “SIMÓN CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ”




Constantemente estamos viviendo y viendo situaciones en las que acudimos a pedir ayuda al otro y situaciones en las que el otro acude a nosotros pidiendo ayuda.

También vivimos situaciones en las que ayudamos sin darnos cuenta o sin que el otro nos la pida. Pueden ser tanto palabras como acciones.

Sexta estación:  “VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS”



Hoy hay muchas personas que merecen acabar con la sed espiritual que poseen en su  interior, orando, asistiendo a Misa y creyendo en Dios, que siempre nos brinda su Amor.

Pero también hay que acabar con la sed física de niños, mujeres y personas que sufren esa falta.

Debemos tener fe para poder ayudar a los demás con lo que necesitan, sea poco o mucho.

Séptima estación: “JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ”





En nuestras vidas hemos vivido situaciones que reflejan estas caídas. Como repetir de año y sentirse triste y decepcionado de uno mismo por caer en el estudio, por alejarse de los compañeros y amigos al convivir menos con ellos.

O cuando alguien pierde la confianza en vos y se aleja perdiendo la amistad y los momentos compartidos.
Nos sentimos bien cuando alguna persona hace una obra de misericordia dándonos un consejo, una ayuda o cualquier gesto amable para guiarnos por el buen camino y así levantarnos de las caídas.


Octava estación: “JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN”





En todo momento necesitamos que nos consuelen y las personas necesitan que las escuchemos, aconsejemos. En necesario dar sin esperar nada a cambio…

Novena estación: “JESÚS CAE POR TERCERA VEZ”





Este comportamiento, sentirse perfectos y por lo tanto capaces de juzgar los defectos de los demás, es contrario a la mansedumbre, a la humildad de la que habla el Señor, a esa luz que es tan bella y que está en perdonar. Jesús usa una palabra fuerte: hipócrita. Los que viven juzgando al prójimo, hablando mal del prójimo, son hipócritas. Porque no tienen la fuerza, la valentía de mirar los propios defectos.

Décima estación: “JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS”




Muchas veces despojamos a una persona con la mirada, nos encargamos de que se sienta mal. Otras veces hablamos de alguien contando sus defectos, sacamos sus trapitos al sol. Y cuantas veces nos quejamos de no tener ropa cuando tenemos el placard lleno mientras que otras personas realmente lo necesitan.

Tenemos que pensar más en el prójimo y no tanto en nosotros. Debemos despojarnos de lo material como Jesús, para ser felices.

Undécima estación:  “JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ”





Hoy hay muchas personas que se encuentran viviendo en la calle y sin poder alimentarse por falta de dinero;  mientras nosotros no sabemos ver la realidad y de alguna manera no estamos cumpliendo con lo que Dios  nos enseña ya que no les brindamos nuestra ayuda poniéndonos en su lugar y convirtiéndonos en personas egoístas.


Duodécima estación:  “JESÚS MUERE EN LA CRUZ”





Jesús al estar en la cruz se sintió abandonado y ofendido por su Padre y decepcionado por los hombres. Al entregar su cuerpo y alma a las manos de Dios el perdona todas nuestras culpas y cura todas nuestra dolencias sin recurrir a la venganza ni guardando rencores. Jesús nos deja como enseñanza que hay que dejar  de lado el rencor y la venganza por más que sea difícil y perdonar con el alma!

Decimotercera estación: “JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ”





Jesús dio su vida para que nosotros podamos vivir nuestra vida sin cometer pecados. Cada día, Dios nos invita a rezar por los demás como muestra de amor y por nosotros cuando necesitamos ayuda.

Rezar con el corazón es abrirle nuestra puerta a Dios, para que pueda ayudarnos y escucharnos. Rezar por los demás es una forma de ayudar a las personas a cargar con su cruz.
Dios  nunca nos va negar su amor y va a estar siempre que nosotros lo necesitemos. Con la muerte de Jesús la vida y la esperanza reviven en el corazón de la humanidad.

Decimocuarta estación“JESÚS ES DEPOSITADO EN EL SANTO SEPULCRO”




La cruz pesada representa nuestros problemas, una persona tiene límites y cuando no da más cae. También los seres humanos nos equivocamos y por culpa de nuestros errores otras personas cargan esa cruz. 
Por eso  con  amor,  fe y  generosidad podemos levantarnos para ir en busca de nuestras metas y ayudar a los demás que la consigan.