Al ver la viñeta de Periotti, sonreí al recordar otros tiempos
donde las tecnologías se mantenían indiferentes al tiempo. Como ha
afirmado el físico y genial escritor de ciencia ficción Isaac Asimov, “antes,
el pasado, el presente y el futuro eran iguales, ahora no”.
Una máquina de escribir, que permitía hacer copias con hojas
carbónicas, unas lapiceras con cartucho de tinta líquida, aunque para escribir
en los libros contables seguía el tintero y la pluma, el blanco secante y una
excelente caligrafía. Las tareas llevaban varias horas; investigar era
desplazarse hasta la biblioteca más cercana, leer, resumir y copiar a mano varias
hojas, cuidar de no ensuciar ni ajar el material que nos proporcionaba tan
amablemente la bibliotecaria que ya conocía nuestros nombres y nos esperaba
todas las tardes; cuántos consejos recibimos de ella y palabras de ánimo cuando
cansados de copiar desistíamos de llevar completa la tarea.
“Hoy vivimos en la era de los medios masivos de comunicación y
las llamadas nuevas tecnologías”. Esta afirmación significa en primer
lugar que ya no es la misma percepción que cada grupo humano tiene de la
realidad todo está “mediado”. La llamada “globalización” ha sido posible
gracias a esta acción poderosa de los medios masivos. Por ello algunos hoy
hablan de “aldea global”, es decir, ya no hay rincones ocultos, todo se sabe,
todo se conoce como en un pequeño pueblo gracias a la acción de los medios.
Pero desde hace unos años y gracias a la expansión impresionante de internet
cualquiera desde una PC hogareña puede publicar e interactuar con quien quiera
en todo el globo. Además la información que manejamos hoy desde esta
herramienta es impresionante. Ni el más osado futurista podría haber
pronosticado semejante cantidad de información al alcance de todos. No se ha
podido establecer con seguridad cuanta información circula pero algunos dicen
que es el equivalente a 37000 bibliotecas del Congreso de los EEUU….una cifra
incalculable…
Por ello se dice que estamos en la era de la INFORMACIÓN. Hoy
todo se sabe y el que quiere investigar y saber no tiene más que sentarse en su
PC y comenzar a buscar. Si pensamos detenidamente en esto podríamos
preguntarnos ¿Para qué sirve la escuela si todo está al alcance de cualquiera?
Si esto sigue así las escuelas tenderían a desaparecer…Quizás en un futuro el
sistema de acceso al conocimiento no sea a través de lo que hoy conocemos como
escuela. Esta institución tal como la conocemos hoy no tiene más de 500 o 600
años y bien podría configurarse de otra manera. Esto es así y creo que vamos
camino a un nuevo paradigma en cuanto a la enseñanza y el aprendizaje. El viejo
esquema está quedando agotado pero en cuanto esquema no en cuanto a sus
finalidades y objetivos. Siempre van a existir niños y jóvenes a los que
tenemos que conducir por el sendero del conocimiento y por la experiencia de
crecer junto a otros niños y jóvenes, para afianzar su identidad
personal a partir de la interacción con otras personas. El problema es cómo
deberíamos hacerlo a fin de insertarlos en forma plena en la sociedad y darles
las herramientas para que puedan desarrollar todo su potencial y así puedan
crecer en armonía de cuerpo y espíritu, de su inteligencia y su voluntad,
de sus sentimientos y emociones, en una palabra ayudarlos a configurarse como
personas íntegras.
La era de la información más que una era de dificultades es una
era de oportunidades. Por eso la acción educativa debe centrarse en la formación
de ciudadanos críticos, es decir, debemos darles a los alumnos conocimientos
para que puedan buscar con sentido crítico los medios y no tomen todo lo que
viene como “verdadero”. El camino para iniciar este proceso es enseñar desde la
escuela que una característica de la información es que la objetividad absoluta no existe. Todo es “mediado” por el que
informa por lo tanto una misma noticia o mensaje puede tener más de una
interpretación , por eso es tan importante enseñar a discernir, a buscar otras
alternativas, otras respuestas a un mismo problema. Hoy esto es posible porque
tenemos acceso vía Internet a muchos informantes, a muchos que plantean
pensamientos distintos a los dominantes y estos tienen la posibilidad de
publicar sus posturas. Por ello es apasionante vivir en la era de la
aldea global. Comentar notas de diarios, participar en Blogs, ser protagonistas
en discusiones vía facebook, twiter, etc. Herramientas útiles que han mejorado
el nivel de comprensión de los problemas globales y han intensificado la
participación de los jóvenes en los cambios sociales.
¡Qué hermosa oportunidad para seguir edificando en la mente y el
corazón de los jóvenes conocimientos que puedan ser motivadores de respuestas
alternativas a los modelos establecidos! Es por ello que la escuela de la
“aldea global” debe formar a los jóvenes en actitudes solidarias, fomentar el
respeto al otro y los otros, a la naturaleza, a la cultura y el arte,
suscitar en ellos el deseo de aprender pero no desde la ingenuidad de la
aceptación de pautas y normas impuestas sino desde la convicción personal de
los motivos que nos deben llevar a realizar determinadas conductas respecto a
nosotros mismos y respecto a los demás. Esto es educar con sentido crítico.
Otra cosa son los programas de más éxito en Argentina: "Bailando
por un sueño" y “Gran Hermano” entre otros, son programas que
monopolizan la audiencia de la TV. En "Gran Hermano" se rebaja al otro a la categoría de cosa, donde
se valora la falta de códigos, el engaño, la promiscuidad, la bajeza en las
conductas por conseguir un objetivo que no deja de ser material… se nivela para
abajo desde el uso del lenguaje, es una invitación al éxito visto sólo
desde la perspectiva materialista. Lo mismo pasa en "Bailando por un
sueño" donde la dominante es la exposición de la mujer y la eliminación. Estos
programas tienen audiencia porque están absolutamente estudiadas las
estrategias a seguir desde la sociología y la psicología. Apuntan a un público
“general” por eso nivelan para abajo. Atraen porque despiertan en la audiencia los
instintos básicos del ser humano y lo alimentan desde la morbosidad tanto
sexual como desde la destrucción del otro a partir de los comentarios, de la
desaparición por la “eliminación”, lo que hace que la audiencia se mantenga día
a día para ver a quien hacen desaparecer. Instintos básicos con los que
buscan vender productos al precio de la destrucción de los parámetros de
conductas aptas para vivir en sociedad.
Podemos decir entonces que los medios son sólo eso, medios. Y
los podemos usar para el bien o para provocar lo peor de la condición humana. Es
por ello que considero imprescindible hoy educar a las nuevas generaciones para
que puedan discernir sobre los valores que los enriquecen y que propuestas los
hacen alejarse de la dignidad humana. Estamos en un momento privilegiado de la
historia de la humanidad, porque mucho está por hacerse y entre eso una
conciencia nueva que lleve a los jóvenes a luchar por un mundo más justo y
solidario.
Nuestros Jóvenes nos interpelan y desde la escuela podemos
transformar esta cultura de muerte por una cultura de vida, de respeto, de
solidaridad…El futuro es hoy, está en nuestras manos hacerlo realidad…
Ser docente hoy (quizás como siempre) significa trabajar
sobre el deseo y encauzarlo, promoviendo jóvenes entusiastas en su compromiso
con el conocimiento. Desde esta perspectiva la tarea del docente hoy es clave
para transformar la realidad a partir de la construcción del conocimiento en la
mente y el corazón de las nuevas generaciones.
Prof. María del Valle Fernández