Este Instituto tiene como finalidad la educación de las
nuevas generaciones. Concebimos a esta desde una mirada integral e integradora.
Esto significa que pretendemos formar al hombre en todas sus dimensiones:
biológica, psicológica, social y espiritual. Nuestro lema “Libres para liberar”
encierra todo esto.
Pretendemos que nuestros alumnos puedan vivenciar, en el
transcurso de los seis años de formación, un acercamiento a la realidad que les
permita encontrar las herramientas adecuadas para su comprensión, un replanteo
de los modelos establecidos para adquirir una conciencia crítica de los mismos,
pretendemos brindar elementos de análisis que les permitan transformar con
criterios propios la realidad social, pretendemos abrir su mirada a la
trascendencia en su relación con Dios. Sabemos que todo esto hoy es muy
difícil. Vivimos en una sociedad que desprecia el compromiso, que minusvalora
lo social, lo colectivo, que exalta lo individual, que se cierra a Dios, que
pone en primer lugar el éxito a cualquier costo por encima de la solidaridad,
que endiosa el dinero, que desprecia a los pobres y sufrientes, que se jacta de
sus avances pero ha dejado al hombre solo, encerrado en una compleja red
tecnológica que lo aleja de su contacto con lo natural y con sus semejantes…
Por eso nuestro compromiso hoy es formar personas con un
sentido de trascendencia. Tanto social como espiritual. Afianzar este proceso
es una tarea que nos proponemos diariamente. Nuestros proyectos apuntan a
fortalecer estas dimensiones asumiendo el compromiso diario de velar por el
desarrollo integral de nuestros alumnos respetando los tiempos de cada uno y
vivenciando juntos esta hermosa tarea a la que hemos sido llamados…
Gracias por interesarse en nosotros. Que el Sagrado Corazón
nos de a todos un corazón semejante al suyo…
Gustavo A. Pizzi
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